Descripción del título

En el siglo II a.C., en un recóndito valle del sur de Italia, un liberto llamado L. Manneius Q. Menecrates mandó grabar su epitafio en un monumento de caliza. En la inscripción indicó aquello por lo que quería ser recordado: que había nacido en la ciudad de Tralles y que había ejercido la profesión de médico. Cuando decidió preservar su memoria de este modo, Menecrates no podía imaginar que su estela sería seguida por una larga lista de clínicos que, llegados también desde tierras orientales, difundieron la medicina griega en Roma y las regiones Italicae Augustae en los siglos sucesivos. Con el transcurrir del tiempo figuras como el medicus, la medica o el chirurgus pasaron a ser parte indispensable de la sociedad romana, llegando en ocasiones a integrar la élite y a prestar sus servicios al emperador.Muchos de estos hombres y mujeres implicados en el ejercicio del ars medica dejaron, al igual que Menecrates, su recuerdo inscrito en piedra. Este libro trata de contar su historia
Monografía
monografia Rebiun23096058 https://catalogo.rebiun.org/rebiun/record/Rebiun23096058 cr ||||||a|a|| 190523s181221 ES|||||||||||00| 0 sspad 9788481028652 UPSA ELB159430 UCN0416921 UAM 991007977090104211 UR0458435 UFV0683033 UPCT u541362 CBUC 991004186549706706 spa HDDK 1QDAR Alonso Alonso, Mª Ángeles Los médicos en las inscripciones latinas de Italia (siglos II a.C.-III d.C.): aspectos sociales y profesionales Mª Ángeles Alonso Alonso servicio en línea Santander Ediciones Universidad de Cantabria 2018-12-21 Santander Santander Ediciones Universidad de Cantabria Heri 6 En el siglo II a.C., en un recóndito valle del sur de Italia, un liberto llamado L. Manneius Q. Menecrates mandó grabar su epitafio en un monumento de caliza. En la inscripción indicó aquello por lo que quería ser recordado: que había nacido en la ciudad de Tralles y que había ejercido la profesión de médico. Cuando decidió preservar su memoria de este modo, Menecrates no podía imaginar que su estela sería seguida por una larga lista de clínicos que, llegados también desde tierras orientales, difundieron la medicina griega en Roma y las regiones Italicae Augustae en los siglos sucesivos. Con el transcurrir del tiempo figuras como el medicus, la medica o el chirurgus pasaron a ser parte indispensable de la sociedad romana, llegando en ocasiones a integrar la élite y a prestar sus servicios al emperador.Muchos de estos hombres y mujeres implicados en el ejercicio del ars medica dejaron, al igual que Menecrates, su recuerdo inscrito en piedra. Este libro trata de contar su historia Xebook UJA Arqueología clásica griega y romana HDDK 1QDAR Santos Yanguas, Juan Xebook (Servicio en línea)