Descripción del título

En la actualidad es difícil que alguién sufra tortura por divulgar una opinión teológica, cosmológica, antropológica, física, matemática, filológica, biológica o estética. es más probable que la tarea de destrucción sea delegada por el Estado en los restantes compañeros de departamento del propietario de opinión. Al Estado ya no le inquieta esta ficción arcaica. la opinión ya no la forman las personas físicas, sino los entes inmateriales. Ello no significa que hayan desparecido, de la noche a la mañana, las figuras que encarnan opinión. Muy al contrario, son ahora más abundantes que nunca. Pero estas figuras actuales son portadoras, no de una opinión personal en el sentdio antiguo, sino de una opinión masiva. En consecuencia, no son exactamente personas sino, más bien productos. Si la persona antigua respondía de sus opiniones con el cuerpo, el actual producto no responde con su cuerpo sino con su mera desaparición de los medios: con su muerte inmaterial. Ya no es preciso matar, torturar o encarcelar a los opinantes corporales, basta con eliminarlos del listado o de la programación. En tanto que productos, si carecen de venta, no existen
Monografía
monografia Rebiun06940075 https://catalogo.rebiun.org/rebiun/record/Rebiun06940075 131021s1989 sp |||| 000|0 spa| 84-7681-084-9 UCAR 991006997279704213 UOV0075178 ULL0097114 UDE 991004126179703351 UPCO0549071 UPNA0021746 UPSA (157308) CBUC 991043222769706706 UPSA. spa. esslup Azúa, Félix de El aprendizaje de la decepción Félix de Azúa ; selección de artículos al cuidado de J.A. González Sainz Pamplona-Iruñea Pamiela D.L. 1989 Pamplona-Iruñea Pamplona-Iruñea Pamiela 208 p. 208 p. Biblioteca de estudios contemporáneos 1 Índice En la actualidad es difícil que alguién sufra tortura por divulgar una opinión teológica, cosmológica, antropológica, física, matemática, filológica, biológica o estética. es más probable que la tarea de destrucción sea delegada por el Estado en los restantes compañeros de departamento del propietario de opinión. Al Estado ya no le inquieta esta ficción arcaica. la opinión ya no la forman las personas físicas, sino los entes inmateriales. Ello no significa que hayan desparecido, de la noche a la mañana, las figuras que encarnan opinión. Muy al contrario, son ahora más abundantes que nunca. Pero estas figuras actuales son portadoras, no de una opinión personal en el sentdio antiguo, sino de una opinión masiva. En consecuencia, no son exactamente personas sino, más bien productos. Si la persona antigua respondía de sus opiniones con el cuerpo, el actual producto no responde con su cuerpo sino con su mera desaparición de los medios: con su muerte inmaterial. Ya no es preciso matar, torturar o encarcelar a los opinantes corporales, basta con eliminarlos del listado o de la programación. En tanto que productos, si carecen de venta, no existen Estética- Siglo 20o Historia social- Siglo 18o Historia social- Siglo 19o Historia social- Siglo 20o Gonzalez Sainz, J. A.